RETIRO MISIONERO DE PROCLADE YANAPAY-BILBAO-

Además de tantos programas, proyectos, planes, o debajo de todo eso, late una vocación cristiana y claretiana que es misionera. Proclade no es, sin más, una ONG de cualquier identidad ni estilo. El nuestro, con respeto para otras y para todos, es cristiano y claretiano. Por eso queremos acudir a las fuentes de la fe para cultivar, entre otras muchas posibles y necesarias cosas, nuestra espiritualidad misionera.


 


A este respecto hemos tenido en el Corazón de María una tarde de retiro los que formamos parte de esta familia que es Proclade Yanpay. Seglares y religiosos claretianos hemos querido reunirnos en torno a aquello que es elemento de identidad vocacional: nuestra vocación misionera y claretiana que encuentra en Proclade, como en otras realidades, una forma de concreción.


 


A la tarde del día 25, con un momento de oración a las 17.45 hemos dado comienzo a esta jornada en los locales del Corazón de María de Bilbao. Este primer momento ha dado paso a una charla en torno a la fgura y a la personalidad misionera de San Francisco Javier. De la mano de Alberto Núñez, jesuita, hemos podido adentrarnos no tanto en las obras, enlo que hizo y en lo que dejó de hacer, sino en la persona misionera de este hombre que se vivió apasionado por Dios.


 


No se trata de aprender a hacer buenas cosas ni siquiera cosas solidarias. Todo eso está bien pero lo que califica y cualifica nuestra presencia y nuestra labor solidaria no es el altruismo ni el deseo de no sé sabe qué altruismo y fraternidad. Dios, que Dios sea conocido, amado, servido. Que Dios reine yq ue este Reino de Dios llegue a todos, especialmente a los más pibres de esta histoia, de este mundo.


 


Hemos tenido un momento para llevar al corazón todo aquello que hemos escuchado. Es necesario aprender a respetar este primer momento misionero: caldear nuestro corazón con este Dios que nos llama e invita a ser misioneros, enviados, testigos. No se trata de saber ni de conocer sino de convertirse en testigos, humildes pero creíbles d euna verdad que no nos pertenece, es decir, de mover el corazón.


 


La eucaristía,a  las 19.30, ha pretendido recoger en clima de acción de gracias la vocación común que nos une a todos los claretianos, seglares y religiosos, es decir la vocación misionera. Ésta nace de Dios, de un Dios que se desborda en amor, en justicia, en misericordia,..., en Reino.


 


Al final de la jornada nos hemos encontrado en torno a la mesa para celebrar, también de esta manera, lo que ha sido este primer ecuentro en forma de retiro que hemos tenido en Proclade Yanapay en Bilbao. Un buen comienzo puede dar lugar a una buena continuación. Ojalá que sea así.


 


Las fotos de este encuentro las puedes encontrar en este enlace.