En el Blog de la Capilla de Música de la Catedral de Bilbao (http://capillamusicacatedralbilbao.blogspot.com) aparece una reseña sobre San Antonio María Claret y la Grabación del CD de Músicas Claretianas “Alzamos nuestra voz” hecha por el Coro de la Catedral de Bilbao.

Bicentenario del Padre Claret

La Capilla de Música de la Catedral de Bilbao, ha sido elegida por la Comunidad de los Claretianos para grabar un disco que recoge una serie de canciones (de compositores variados, claretianos tan ilustres como los hermanos Iruarrizaga, Luis y Ruperto), en honor a su fundador Antonio María Claret.

Tenemos la suerte de contar con el apoyo de Aitor Kamiruaga, Padre Claretiano, que es el que ha promovido la idea de que sea este coro el que grabe las canciones, y que él mismo las interprete junto a la Capilla, ya que para nosotros no es solamente un "claretiano", sino que es un magnífico bajo que ha colaborado en numerosas ocasiones con la Capilla, tanto en el Coro, como interpretando varios solos.

Conozcamos un poco más la figura de Antonio Maria Claret, nació en Sallent el 23 de diciembre de 1807, en 1829 entró en el seminario de Vic, y fue ordenado sacerdote en 1935, desde ese momento estuvo de voluntario en Misiones, estudio el noviciado en La Compañía de Jesús, mas tarde seguió con su ministerio sacerdotal en Cataluña, en 1848 fundó en Barcelona "La Librería Religiosa", y ese mismo año viajó a las canarias donde misionó 15 meses.

De regreso a Vic, fundó la Congregación de los Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) el 16 de julio de 1849, pocos días después recibe el nombramiento de Arzobispo de Santiago de Cuba, siendo consagrado en 1850, en el cargo estuvo 6 años, en los cuales entre muchas acciones realizadas en favor de la difusión del catolicismo, ayudó a fundar "Las Religiosas de María Inmaculada".

Regresó a España en febrero de 1857. La Reina Isabel II lo escogió como confesor suyo. Renunció a la diócesis de Santiago de Cuba y recibió el título de Arzobispo de Trajanópolis. Posteriormente fue nombrado responsable del monasterio de El Escorial.

Tuvo que abandonar España en septiembre de 1868 debido a la revolución. Después de pasar por París, viajó a Roma, donde participó en el Concilio Vaticano I.

Exiliado de nuevo en Francia, murió en el monasterio cisterciense de Fontfroide el 24 de octubre de 1870. Sus restos fueron traslados a Vic, donde reposan actualmente, en 1897.

Fue canonizado por Pío XII el 7 de mayo de 1950.