El Equipo Misionero (claretianos, religiosas y seglares), se reúne dos veces al año y estudian las distintas áreas de trabajo misionero:
ÁREA DE PASTORAL:
Formación preferencial de Catequistas en centros de cursillos que funcionan en edificios construidos con este fin en: Sacaca, San Pedro, Toro-Toro, Acacio, Caripuyo.
Y visitas a las distintas comunidades campesinas.
ÁREA DE SALUD:
Tanto a nivel preventivo, como de hospital. Hoy depende fundamentalmente las alcaldías de los municipios. Como infraestructuras se han creado: Hospitales y Postas Sanitarias en diferentes lugares de la Misión. En todos los pueblos donde hay Hospital se han construido viviendas para los médicos.
ÁREA DE EDUCACIÓN:
Se lleva la Dirección de las Escuelas y Colegios dependiendo de la Organización Católica "Fe y Alegría". Se han levantado Internados (hogares para niños campesinos).
ÁREA DE PROMOCIÓN DE LA MUJER:
Se realizan cursillos de distintas materias: Alfabetización, salud e higiene, líderes sanitarios...
ÁREA DE AGROPECUARIA:
Abarca la formación del Campesino en los aspectos de agricultura y de ganado: cómo mejorarlo y promocionarlo; nuevos técnicos, sacar líderes que formen a otros. Trabajan varias personas, sobre todo promotores campesinos.
Teniendo en cuenta que el volumen del área de Salud es con todo el mayor, el área de agropecuaria es el área de más trabajo, y existe en todos los puestos de Misión y en otras muchas comunidades campesinas.
ÁREA DE DERECHOS HUMANOS:
Ante la injusticia reinante en el Territorio de Misión, los Misioneros ayudan a los campesinos en múltiples gestiones relacionadas con la defensa de sus derechos, bien en general, bien desde casos concretos.
ÁREA ASISTENCIAL:
Es todo lo que se refiere a Cáritas y a alimentos en Escuelas, Centros de Madres y Trabajos.
COCHABAMBA:
La Provincia de Euskal Herria, en Convenio con la Delegación de Bolivia, ha creado la Residencia Corazón de María. Allí se encuentra la casa Procura. Es la casa de todos. Los misioneros actualmente residentes en ella, con corazón abierto, generoso y sacrificado atienden a todos los misioneros que por allí se acercan. Y atienden a todo lo que es necesario relacionado con la Misión. Además, en ella viven y estudian estudiantes bolivianos, provenientes de la Misión del Norte de Potosí, que más tarde, finalizados los estudios, se incorporarán en diferentes tareas al trabajo del Equipo Misionero. La radio ha resultado ser el mejor vehículo de comunicación.
El Evangelio siempre es una Buena Noticia, como Jesús lo proclamó al presentar su misión en Nazareth (cfr. Lc 4,14-21). Al inicio de este nuevo siglo, la Iglesia y la Congregación nos invitan a “caminar desde Cristo”, “a remar mar adentro”, “a apostar por la caridad, viviendo el compromiso de un amor activo y concreto a cada persona”.
Las palabras de Jesús “para que tengan vida” (Jn 10,10) inspiran nuestra respuesta a la llamada de la Iglesia. Nuestra vocación y misión proféticas nos ponen al servicio de la vida en la Provincia de Euskal Herria. Hemos de acompañar la palabra con gestos significativos y con obras a favor de la vida.
En nuestra sociedad los signos de vida son ricos y fecundos: valor de la familia, reconocimiento y participación de la mujer en la sociedad, movimiento social a favor de la paz, sensibilidad solidaria, interculturalidad... Pero también observamos numerosos indicadores de violencia y de muerte: desprecio de la vida humana (terrorismo, violencia, falta de diálogo...), sistema económico neoliberal (desestructuración familiar, pobreza, desempleo, inmigración, exclusión social, degradación de la naturaleza...), enfermedades y adicciones. ¿Cómo podemos ser misioneros en Euskal Herria sin sentirnos profundamente interpelados por estos signos tanto de vida como de falta de la misma? Desde lo que somos, nos sentimos llamados a servir con más entrega a quienes viven una vida más disminuida y a fomentar una verdadera “cultura de la vida”.
Igualmente, constatamos signos de vida en la Iglesia de Euskal Herria: preocupación por una evangelización más misionera, remodelación pastoral, esfuerzo y contribución a la reconciliación y la paz, apuesta por los excluidos... Asimismo, señalamos algunos retos a su misión evangelizadora: ruptura en al transmisión de la fe, debilidad del sujeto eclesial, escasez de vocaciones, necesidad de establecer puentes con la nueva cultura... Queremos que nuestra vida y nuestro ministerio sean anuncio y testimonio de nuestra fe en el Dios “que ama la vida” (Sab 11,26). Hemos recibido la vocación de ser ministros de la Palabra que, vivida previamente, pronunciada y servida “en nombre de Jesús”, es fuente de vida.
Hemos sido invitados por Jesús a “entrar en la Vida” (Mt 19,17) y a vivirla en plenitud: a estar con él y ser enviados a predicar la Buena Noticia del Evangelio (cfr. Mc 3,14). Por eso, todos los Misioneros Claretianos de Euskal Herria somos servidores de la vida cuando la vivimos y celebramos como don de Dios; cuando damos a los demás lo mejor de nosotros mismos en la “profecía de la vida ordinaria”; cuando la defendemos, contribuimos a desarrollarla y educarla y proclamamos su destino último en nuestro servicio misionero; cuando nos entregamos en el trabajo, oración y sufrimiento, para que otros vivan.
Queremos sumarnos a otros muchos hombres y mujeres, cristianos o no, que han optado y siguen optando por servir a la vida, aun a riesgo de perder la suya. A través de esta opción por la vida, deseamos seguir en “misión profética” y ser, de este modo, “levadura, signo y profecía en nuestro mundo”.
Los Misioneros Claretianos de Euskal Herria “estamos contribuyendo, desde nuestra pequeñez y limitación, a la gran misión del Reino de Dios en nuestro tiempo. Nos sentimos, en general, valorados por las iglesias particulares y satisfechos con el trabajo que realizamos”.
Nuestra presencia misionera se desarrolla en diferentes plataformas y ámbitos: educación cristiana y universidad, parroquias, nuevas unidades pastorales, misión en el Norte de Potosí, mundo de la exclusión, compromisos generalicios, animación misionera y promoción de desarrollo (Proclade), formación de monitores, agentes pastorales y voluntariado, pastoral vocacional, pastoral familiar...
“La ‘buena noticia’ de la vida que Jesús regala al mundo se hace más creíble y eficaz, cuando la anunciamos con otros en Misión Compartida, entramos en relación de solidaridad con los pobres y los excluidos”, nos comprometemos a favor de la paz y la justicia y orientamos nuestra pastoral a reforzar la experiencia de fe en clave de pastoral vocacional.